El gallego culpable de los incendios.

El Centro de Coordinación, Intoxicación y Propaganda de Faes/Génova 13 funcionó una vez a las mil maravillas el pasado lunes 7 de agosto.

La prueba de su eficacia constaba al día siguiente en las portadas de El Mundo, ABC y La Razón. Así, el diario que dirige Pedro J. tituló con su espectacularidad acostumbrada: “La Xunta exige saber gallego para trabajar en la lucha contra incendios”. ABC lo hizo del siguiente modo: “Touriño descabezó el departamento antiincendios tras llegar a la Xunta”. Y con este añadido: “El deber impuesto por PSOE y BNG de hablar gallego complican la creación de brigadas expertas”. La Razón, lo mismo: “La Xunta selecciona a los expertos antiincendios según su nivel de conocimiento del gallego”.

El gallego, pues, culpable de los incendios. O dicho de otra manera: el Gobierno autonómico de coalición, culpable por su obsesión en favor del gallego y por haber liquidado, de acuerdo con esa versión, el departamento para apagar fuego que creó la Xunta regentada por Fraga Iribarne. También han subrayado tales periódicos y otros medios instalados en parecida órbita la desidia del Ejecutivo que preside Zapatero.

Han acusado al presidente de indiferencia ante las llamas. Zapatero, recluido en su residencia de Lanzarote, mientras arde Galicia. ¡Y, mientras, Zapatero de vacaciones, con 15 cocineros, derrochando el erario público y con más boato que el antiguo emperador austro-húngaro o uno de estos jeques árabes que frecuentan la Costa del Sol! La traca de la demagogia más ruin vuelve por sus fueros. Izquierda+nacionalismo+normalización lingüística+el sátrapa ZP; he aquí la madre de todos los desastres.

Zaplana, el hombre de las tierras míticas, profeta de la verdad, ha señalado: “Aquí estamos en lo que estamos: qué va a ser de España (…) Pero de las crisis en los aeropuertos, de la evolución de nuestro sector eléctrico, de las catástrofes medioambientales que, desgraciadamente, llevan aparejada la pérdida de vidas humanas, de eso no se ocupa nadie ni quiere hablar nadie ni dar la cara nadie”.

ZP y sus secuaces no han roto España por el canto de un duro. Pero la van a convertir en cenizas. Tiene razón Zaplana. De las cosas importantes no se ocupa nadie. ¿Cómo es posible que haya tardado seis días Zapatero en acudir a Galicia? ¿Por qué no imitó a Aznar, el estadista, quien tardó un mes en pasar como una exhalación por A Coruña cuando el Prestige. Aznar rechazaba las fotografías oportunistas. Amaba, en cambio, las fotos históricas. Como la de las Azores, por ejemplo.