Un país en tu mochila

viernes, junio 30, 2006

Apoyo aunque se equivoque


José Luis Rodríguez Zapatero acaba de asumir una importantísima responsabilidad ante la sociedad española y es a las Cortes Generales, de acuerdo a nuestra Constitución, a quien le corresponde controlar las iniciativas del Ejecutivo.

Con su mandato, aprobado por todos los grupos políticos del Congreso, con excepción del PP, el presidente puso en marcha el proceso de diálogo para el final de la violencia que ahora comienza su cuenta atrás. Nadie le pude discutir al Partido Popular el derecho a la discrepancia en este y en otros asuntos. Lo ha manifestado, se ha movilizado junto con otros sectores de la sociedad y ha anunciado su decisión de no avalar los planes del Gobierno. Hasta ahí, le ampara el derecho. Si las cosas salen mal, como es teóricamente posible que ocurra, el PP habrá salvado su responsabilidad. Y si salen bien, como esperan la inmensa mayoría de los españoles, deberá hacer frente también a sus decisiones.
Lo que no puede ocurrir, a partir de ahora, es que el Partido Popular obstaculice la acción del Gobierno en el ejercicio de su responsabilidad para promover un fracaso. La ilusión con que la sociedad española y la internacional ha acogido este proceso se compadece mal con el catastrofismo del PP. Es una apuesta política contra la corriente de una sociedad que quiere la paz y contra los compromisos del Gobierno.
¿Es posible que el presidente esté equivocado? No hay garantías en una situación tan delicada, pero todos los indicios son favorables. En todo caso, si el proceso de dialogo con ETA fracasa, el PSOE y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tendrán que responder antes las instituciones. Esas son las reglas de la democracia.
Estamos en una de las raras situaciones de la historia en la que el patriotismo se demuestra apoyando posiciones de las que se discrepa. Los buenos españoles, si es que existiera esa categoría absoluta que tanto le gusta esgrimir a esta derecha ultramontana, tienen la obligación de facilitarle la ejecución de su política antiterrorista al Gobierno, "aunque se equivoque". Quien no entienda esto no deja de ser un "golpista encubierto". Los alzados de todas las épocas han hecho sus pronunciamientos al entender que el Gobierno estaba equivocado o no controlaba la situación política. Salvadores de la patria los hay en todas los tiempos, pero gracias a Dios, los españoles estamos curados de espanto y lo que deciden los españoles en las urnas, a quien le confieren el gobierno y a quién sitúan en la oposición, no admite replica. Aunque se equivoquen.